Mi charla de hoy trata sobre el profesor José Agustín
Blanco Barros y su influencia en la historia municipal de Polonuevo, Atlántico.
Como ustedes saben, Polonuevo es un municipio vecino de Sabanalarga, de unos 18
mil habitantes, aproximadamente, y con una relación histórica muy importante
pues lo une, como se conoció, el Camino Real que conduce hacia Soledad y
Barranquilla. Pero también se dio una fuerte relación económica, cultural y
social que aún perdura.
Como un ejemplo de esta relación, quiero leerles estos
versos que de seguro ustedes pueden identificar fácilmente:
Primero fuiste sabana,
Después una población,
Hoy eres Sabanalarga, ciudad de mi inspiración.
Tú tienes hombres de ciencia
Que engrandecen tú ideal,
Y por tu gran competencia,
Te has hecho centro industrial.
(01-Tema musical Sabanalarga)
Esta es parte de la letra del tema musical llamado
Sabanalarga, de la autoría del músico Polonuevero Julio Ojito Mendoza Mendoza,
quien también fue el arreglista, director musical y artístico de la grabación
de la orquesta de Nucira Machado. En esa grabación el maestro Julio Ojito
interpretó el saxo alto y el cantante fue el gran Tony Zúñiga.
Esta obra musical representa esa estrecha relación entre
las dos comunidades, con un intercambio social constante. Personalidades de
Sabanalarga llegaban a Polonuevo y eran acogidos con mucho agrado, y eso mismo
se daba cuando los polonueveros visitaban esta tierra. Para recordar
rápidamente a unos sabanalargueros tenemos al señor Héctor Manuel Manotas, al
señor Roberto Manotas, al doctor Liborio Bermejo, quien llegó como maestro de
escuela, y lógicamente, al profesor José Agustín Blanco Barros.
Yo estaba muy joven cuando empecé a escuchar del profesor
José Agustín Blanco Barros en Polonuevo, especialmente en la comunidad
educativa porque mi padre hacía parte de ella. Él tenía muy buenos amigos allá
y constantemente les hablaba del tema histórico. Fue muy comentada una carta
que les envió donde le hacía notar la posibilidad de un asentamiento indígena
al sur del municipio, por Arroyo Grande, y los bueno que sería si esto se
pudiera verificar.
La carta despertó el interés pero la decisión de hacerlo,
nunca se dio. Lo que si es cierto, es que en esa zona han encontrado restos de
utensilios indígenas, algunos de ellos terminaron como adornos en la sala de
una casa hasta que desaparecieron. De tal forma que la propuesta del profesor
sigue en el tapete.
Desde la segunda mitad del siglo pasado, la historia que
se contaba y se enseñaba en Polonuevo tenía a un personaje central como
propietaria y fundadora del pueblo: Doña Teresa de Cotrines viuda de Ayala, fue
tanta la aceptación de esta historia que una escuela llevó el nombre de esta española
y aún se sigue contando. Pero en realidad, se puede afirmar hoy día, que esto
es un mito.
Esa fue la historia que me enseñaron en la escuela pero
que, de alguna forma, despertó en mí el interés por conocer más acerca de mi
pueblo. De joven le dediqué más tiempo y empecé a hablar con personas mayores
para que me contaran esas historias y muchas veces, sin buscarlo, llegaban a mí
y me las narraban.
Aquí me detengo una rato para reflexionar sobre algo. Yo
coincidí con alguien que una vez dijo que él no decidió dedicarse a la
investigación histórica si no que fue destinado para eso, que una fuerza mayor,
o algo, lo escogió a para realizar esa labor, porque todo lo encaminaba hacia
allá, aparte de que a él le gustaba, lógicamente. Y fíjense, ese es mi caso, y
les explico por qué.
Lo que el profesor me entregaba era unas fotocopias del
escrito: Santa Ana de Baranoa, de pueblo de indios a parroquia de vecinos libres,
por José Agustín Blanco Barros. Esa noche le di la primera lectura, y quede tan
atrapado, como si me hubiera leído Cien años de Soledad o Las mil y una noches.
Y volví a leerlo al día siguiente y los días venideros,
en cada lectura, descubría algo nuevo. No era para menos, estaban hablando sobre
mi pueblo, sobre mi gente, sobre mis antepasados. Estaba tan entusiasmado que
le saqué copias para asegurarlas, por si acaso la original se me perdía, pero
también, regalé unas a personas que les iba a gustar. De esta forma fue mi
primer acercamiento con la obra del profesor Blanco Barros.
Este documento me encaminó mucho más hacia la investigación
de la historia municipal. Pero pasaron muchos años para darme cuenta de la
labor que debía realizar y de cómo utilizar esta valiosa información que el
profesor Blanco Barros nos suministraba, y fue cuando volví a leerlo y me
concentré en un fragmento que le voy a leer:
“Con este escrito reconstruimos una importante pieza del
mosaico de la historia colonial de Atlántico y esperamos con anhelo que las
gentes de esa parte de Colombia y en especial de Santa Ana de Baranoa y San
Luis Beltrán de Polonuevo se sientan orgullosas de su pasado y ávidas de saber
más de él.”
Debía entrar en acción. La historia no debe quedarse en
los anaqueles, ni en los libros cerrados, debe divulgarse, darse a conocer,
enseñarse, para que el pueblo se apropie de ella y quiera un poco más a su
tierra, porque ella es rica en hechos y personajes. Para no olvidar a nuestros
ancestros, recuperar nuestra memoria, decir con certeza de dónde venimos y
sentirnos orgullosos de ese pasado.
Y fue en el mes de julio de 2014 cuando me propuse crear
el Centro de Memoria Histórica de Polonuevo con el objetivo de recuperar
nuestra memoria histórica. Asimismo, nos propusimos darla a conocer y enseñarla,
por lo que abrimos una página en la red social de Facebook y para el
lanzamiento del CMHP la publicación de un periódico tabloide tratando un tema
histórico muy importante. Basado en Santana de Baranoa, de pueblo de indios a
parroquia de vecinos libres.
Claro está, que el enfoque que se le dio al periódico fue
desde el “ser polonuevero”, la forma en que nuestros ancestros vivieron el
desplazamiento de su pueblo y lo llamamos: La lucha de los polonueveros por no
desaparecer en 1745.
El periódico se publicó en agosto de 2014 dentro del
marco de los 256 años del municipio que cumplió en el mes de julio de ese año. Se
imprimieron mil ejemplares de 16 páginas, y después de una campaña de
expectativa se vendió un domingo, casa por casa, a mil pesos, con el objetivo
de que en cada hogar adquirieran un impreso y conocieran ese hecho histórico.
Así comenzó la labor en el CMHP y se continuó la labor de
divulgación a través de Facebook.
Es importante mencionar a una persona ya fallecida que le
dedicó muchos años a la investigación histórica de Polonuevo, el profesor Ariel
Sánchez Reyes, quien recuperó muchos documentos originales, hoy claves para
armar el rompecabezas histórico del municipio y su trabajo quedó plasmado en el
libro “Mi Polonuevo querido”. Es de resaltar, como el profesor Sánchez lo
decía, que su trabajo estaba orientado por la obre del profesor José Agustín
Blanco Barros.
En el año 2015 realicé un viaje a Bogotá por trabajo pero
con el objetivo adicional de conocer y hablar con el profesor José Agustín
Blanco, pero esto no fue posible porque él no estaba muy bien de salud y su
hija, muy amablemente, me recomendó ante el Archivo Histórico Javeriano, donde
él había donado sus documentos, adquiriendo copias de la carpeta destinada a
Polonuevo. No era muy grande, pero la información era muy sustancial: escrito
de su puño y letra toda la información que él tenía sobre el municipio
incluyendo la escritura del remate de las Tierras de Polonuevo realizado en
Barranquilla y algunas de sus protocolizaciones.
Siguiendo con la labor de divulgación y enseñanza de la
historia, en conjunto con las docentes del grado segundo de la Institución
Educativa Técnica San Pablo de Polonuevo se publicó una historieta que se llamó
“Vive la historia de Polonuevo”, donde aprovechamos las características de
historieta para que el estudiante aprenda de una forma más atractiva nuestro
evolucionar histórico. La información allí suministrada está basada en las
investigaciones del profesor Blanco Barros, asimismo del profesor José Isaías
Lobo Romero y del profesor Ariel Sánchez.
Hace un año atrás, con motivo de los 264 de Polonuevo, me
encargaron un guion de una obra de teatro que desarrollara un hecho histórico. ¿Adivinen
en qué documento se basa? ¡Claro! En Santana de Baranoa, de pueblo de indios a
parroquia de vecinos libres. La obra se llamó: La muerte del sitio de San Luis
Beltrán.
La presentación de la obra en la plaza principal, ese 18
de julio, fue todo un éxito. Los jóvenes y niños hicieron una excelente
presentación y el público asistente recibió el mensaje con claridad, quedando
impactados por el hecho representado.
Este año recurrimos a otro medio, el video. Y lo
publicamos en las redes sociales del CMHP y en nuestro sitio Web:
cmhpolonuevo.com.co. El video se llama: “La huida, el dolor del desarraigo”.
En la actualidad, estamos trabajando en la edición de un
libro de la autoría de un docente, es una recopilación de historias cotidianas
y anécdotas de los habitantes del municipio. El libro lleva un aparte histórico
donde se vuelve a tratar el tema del hecho ocurrido en la Colonia enfocado
hacia el desplazamiento del pueblo.
Como pueden apreciar, hemos utilizado diferentes medios
para dar a conocer la historia municipal, desde el impreso, las redes sociales,
los videos, incluimos la radio comunitaria, los podcast y hasta las artes
escénicas, y es claro que hay un común denominador que influye y seguirá
influyendo: la obra del profesor José Agustín Blanco Barros y siempre tendremos
presente su anhelos de sentirnos orgullosos de nuestro pasado y ávidos de saber
más de él.
Gracias.
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